6 de agosto
ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DE BOLIVIA.
El actual territorio del Estado Plurinacional de Bolivia era habitado por varios pueblos a la llegada de los conquistadores españoles. En el oriente vivían los guaraníes . En la selva amazónica otros y en el altiplano se constituyó el Kollasuyo de los pueblos aimaras y colla, con centro a orillas del Lago Titicaca y que extendía su influencia hasta las costas del Océano Pacífico. Estos pueblos del altiplano integraron el imperio de los Incas. La corona española puso a este territorio bajo la dependencia del virrey del Perú, hasta 1776, en que el Alto Perú – la actual Bolivia — pasó a ser parte del virreinato del Río de la Plata.
El Alto Perú era, por su riqueza minera, seguramente la región más importante del Virreinato. Allí estaba la Universidad de Chuquisaca y la Audiencia de Charcas.
A fines del siglo 18 se produjeron notables rebeliones contra los gobernantes españoles. Una de las más dramáticas fue el levantamiento indígena en 1781, encabezado por Túpac Catari, que cercó la ciudad de La Paz durante 109 días y fue reprimido violentamente con la ejecución de sus líderes.
En julio de 1809, un grupo de revolucionarios al mando de Pedro Domingo Murillo lanzó desde La Paz la primera proclama que declaraba abiertamente la independencia del Alto Perú y de toda América del dominio del Rey de España. Los jefes de la revolución fueron condenados a la horca.
Cuando al año siguiente, 1810, se depuso al virrey en Buenos Aires y se constituyó una Junta de gobierno, se produjeron pronunciamientos de apoyo a la emancipación en diferentes ciudades del Alto Perú. Ante el panorama de insurrección, el virrey Abascal, del Perú, decidió la reincorporación del Alto Perú a Lima, en tanto no se restaurara la autoridad del rey de España en las provincias del Río de la Plata. Así, el territorio del Alto Perú fue campo de una guerra prolongada. La Junta de Gobierno de Buenos Aires envió hacia el Alto Perú un ejército, con el propósito de asegurar la independencia de las Provincias Unidas El ejército patriota, al mando de Juan José Castelli, derrotó a los realistas en Suipacha y avanzó hasta Guaqui, donde fue derrotado por el ejército realista llegado desde el Perú. El segundo Ejército Auxiliar, al mando del general Manuel Belgrano, ingresó a territorio de Charcas y fue derrotado en Vilcapugio y por segunda vez en Ayohuma a fines de 1813. El tercer Ejército Auxiliar, al mando del general José Rondeau, ingresó al Alto Perú y fue derrotado en Sipe Sipe, el 29 de noviembre de 1815. La resistencia al dominio realista quedó en el territorio alto peruano a cargo de las guerrillas. Ildefonso de las Muñecas, los esposos Manuel Padilla y Juana Azurduy de Padilla, Arenales, Ignacio Warnes, Camargo, escribieron páginas heroicas. Pero la consolidación de la independencia del Alto Perú quedó vinculada a la situación del Perú. Un paso importante se dio con la independencia del Perú por el ejército comandado por San Martín, en julio de 1821. La consolidación de la independencia peruana por los ejércitos americanos al mando de Bolívar y Sucre, con las victorias en las batallas de Junín, el 6 de Agosto de 1824, y Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, significó también que el dominio realista terminara en el Alto Perú. El Mariscal Sucre entró en territorio boliviano en febrero de 1825 y convocó a todas las provincias alto peruanas para reunirse en un congreso que debía decidir el destino de la Nación: proseguir incorporadas al conjunto de las Provincias Unidas, mantener la adhesión al Perú reconociendo las medidas de incorporación dictadas por el virrey Abascal, o sostener la independencia absoluta del Alto Perú, no sólo con relación a España, sino también con referencia al Río de La Plata y al Perú. Bolívar no apoyaba esta separación, pues entendía que alentar en ese momento un acto de esa naturaleza, conspiraba contra los intereses de la unidad de los países sudamericanos. La Asamblea Deliberante reunida en Chuquisaca determinó por unanimidad la completa independencia del Alto Perú, bajo la forma republicana, por soberana voluntad de sus hijos. El “Acta de la Independencia” se suscribió el 6 de agosto de 1825, en homenaje a la Batalla de Junín. En homenaje a Bolívar, que fue designado Jefe Supremo del Estado, la nueva nación llevó su nombre. En el acta se recoge la memoria de la larga lucha: “El mundo sabe que el Alto Perú ha sido, en el continente de América, el ara donde se vertió la primera sangre de los libres y la tierra donde existe la tumba del último de los tiranos”. “Los departamentos del Alto Perú protestan a la faz de la tierra entera, que su resolución irrevocable es gobernarse por sí mismos”.
Bolivia ha vivido una larga historia de desencuentros internos y también externos con los demás países de la región. La confederación boliviano peruana se enfrentó con Chile, la Confederación Argentina y un sector del Perú. En 1879, perdió parte del territorio y la salida al mar en la guerra del Pacífico contra Chile. En el conflicto con Brasil por el territorio del Acre debió ceder más de 300.000 km2. Ya en el siglo 20, entre 1933 y 1936, Paraguay y Bolivia se enfrentaron en una guerra por la disputa de territorios en el Chaco. Ante esa historia adquiere especial relieve la realidad actual, en que se ha constituido un Estado que reconoce la pluralidad de naciones que lo componen y sus derechos originarios. Que protagoniza con decisión la integración de las naciones sudamericanas, latinoamericanas y caribeñas. Integración indispensable de los pueblos para su definitiva emancipación y para la construcción de sociedades con un desarrollo justo y sostenible.
