17 de agosto. Conmemoración del fallecimiento del general San Martín
Tercer domingo de agosto. Día de las niñas y los niños
San Martín niño
¿Qué condujo a José Francisco de San Martín a comprometerse con la causa americana, cuando había recorrido una importante carrera como militar profesional en España, luchando en favor de esa nación contra el invasor napoleónico? Había sido ascendido a capitán por su desempeño en el campo de batalla, particularmente en el combate de Bailén. Se ha escrito mucho sobre las razones de esta decisión. Discurramos sobre una posible, de fuerte simbolismo.
En los tiempos de la colonia y en los primeros años de nuestra historia como nación independiente el registro del nacimiento de los niños, su nombre y el nombre de sus padres constaba en los registros parroquiales cuando se anotaba su bautismo Recién en 1884 se creó el registro civil, donde se deben inscribir los nacimientos, matrimonios y defunciones. De José Francisco de San Martín y Matorras no se ha encontrado la partida de bautismo, aunque sí se han recuperado las de los hijos mayores del matrimonio del capitán Juan de San Martín, teniente gobernador de la Reducción de Nuestra Señora de los Reyes de Yapeyú con su esposa Gregoria Matorras. La ausencia de ese documento, que atestiguaría la identidad del niño José Francisco y de su nacimiento en 1778, ha dado lugar a varias conjeturas e iniciativas. Entre ellas, a una resolución de la Cámara de Diputados de la Nación, aprobada por unanimidad el 4 de octubre de 2006, sobre “la determinación histórica respecto del origen mestizo del general José de San Martín”. Los diputados han solicitado al Poder Ejecutivo de la Nación que, a través de los organismos que corresponda, fortalezca y y facilite las investigaciones desarrolladas en diferentes ámbitos científicos y académicos, que informan sobre que la madre de José de San Mártín fue una joven guaraní de nombre Rosa Guarú o, según otras referencias, Juana Cristaldo, quien engendró al niño por su unión con el brigadier de la Armada española Diego de Alvear, quien siendo aún soltero residió un tiempo en la zona de Yapeyú. Según esta hipótesis, el matrimonio San Martin Matorras incorporó al niño en la familia y lo crió con la ayuda de su madre india, hasta su traslado a Buenos Aires y luego a España. Don Diego de Alvear colaboró económicamente con la educación de su hijo José Francisco, con quien mantuvo un trato afectuoso a través de los años. Su madre no volvió a verlo luego de su partida de Yapeyú, de acuerdo con la información de que se dispone. Hay varios testimonios que aluden a la identidad de San Martín y dan cuenta de que él conocía su origen. Por ejemplo, el testigo presencial don Manuel de Olazábal narra en sus Memorias que, cuando San Martín era gobernador de Cuyo, convocó a los caciques de las tribus a su campamento de Plumerillo y, valiéndose del lenguaraz Guajardo, les dijo: “Los he convocado para hacerles saber que los españoles van a pasar con su ejercito, para matar a todos los indios y robarles sus mujeres e hijos. En vista de eso y como yo también soy indio, voy a acabar con los godos que les han robado a ustedes la tierra de sus antepasados y para eso pasaré los Andes con mi ejército y mis cañones.”
En el año 2001, Jorge Emilio Ituzaingó de Alvear, nacido en 1927 y descendiente de Diego de Alvear, concurrió al Banco Nacional de Datos Genéticos para la toma de una muestra de sangre que debía ser conservada en el Banco. El señor Alvear expresó en esa circunstancia que el motivo específico de la reserva de material genético se vincula a la posibilidad de ser utilizado en un futuro estudio de filiación.
¿Jugó esta identidad mestiza en la decisión de San Martín de abrazar la causa de la independencia americana? Tal posibilidad tiene un alto significado simbólico. En todo caso, es real que la afirmación de los derechos de los pueblos originarios estuvo presente en la conciencia de los patriotas que lucharon por la independencia de las naciones de América. Cuando honramos su figura, también confirmamos nuestro compromiso de que la construcción de la Patria Grande Latinoamericana incluya, de modo eminente, el reconocimiento efectivo de los derechos de todos sus habitantes y, señaladamente, de los miembros y descendientes de los pueblos originarios.
